De origen probablemente musulmán, no se ha encontrado ningún documento que lo acredite. Su función como castillo debió acabar después de las revueltas de al-Azraq, no siendo rehabilitado por las fuerzas cristianas.
En su zona este aún pueden apreciarse los restos de dos torres y de parte de la muralla.
En la parte central también quedan unos gruesos muros, pero su estado actual es de total abandono y ruina, habiendo influido notablemente las condiciones naturales