miércoles, 2 de mayo de 2007

La Fuente de Cella

La "Fuente de Cella" es una "fuente",pues constituye una obra de arquitectura hecha de fábrica que sirve para que salga el agua por los lugares dispuestos en ella para este fin (cárcavo grande y cárcavo pequeño). No es un manantial ya que su existencia se debe a la mano del hombre que, en un determinado momento, excava en la roca y obtiene un "pozo artesano" es decir, un pozo que sirve para que el agua contenida entre capas subterráneas encuentre salida y suba de nivel de manera natural.

Toda el agua que la sierra filtra hacia el Río no llega solamente al punto fijo "Fuente de Cella", como están demostrando las captaciones que por medio de pozos se están llevando a cabo en otros lugares. Las aguas subterráneas que corren entre calizas hemos comentado que las disuelven creando cuevas y túneles subterráneos como verdaderos lagos.

Castillo de Peracense

La fortaleza de Peracense se halla colgada sobre un apartado risco de la sierra Menera, en el municipio de Peracense, a unos 45 kilómetros de Teruel.

La construcción del castillo de Peracense, como la de otros castillos vecinos fue fruto de la rivalidad medieval entre los reinos de Castilla y Aragón. Su misión era la de controlar uno de los posibles puntos de acceso por los que las tropas castellanas podían penetrar en Aragón en momentos de conflicto, y evitar así su llegada a todo el Valle del Jiloca y a localidades tan importantes como Santa Eulalia, Villafranca, Monreal del Campo o la propia ciudad de Teruel. No obstante, parece que el acceso de las tropas castellanas podía hacerse desde otros puntos cercanos y de más difícil defensa, de manera que este castillo apenas fue atacado ni asediado.

Una de las razones de la relativa falta de uso de este castillo es que siempre se encontró adecuadamente protegido por otros elementos defensivos del entorno, por un lado la torre de planta rectangular que se levanta en el ya citado cerro de San Ginés, el principal punto de control visual por su ubicación en una elevación del terreno dentro de un entorno eminentemente llano, y por otro el castillo de Ródenas, un gran desconocido de la castellología que sin embargo le sirvió de pantalla protectora.

El Hoyón de Ródenas

Esta depresión es una formidable dolína en embudo de 150 metros de diámetro y 50 m. de profundidad , tiene unas paredes abruptas en las que crecen las chaparras y carrascas. Normalmente se origina a partir de un sumidero, punto en el que una corriente superficial se filtra hacia el interior de la tierra en un terreno calizo haciendo que se disuelva.

Al hundirse la fina capa de tierra que los cubre adquieren esta forma tan espectacular. Cuando varias dolinas se unen dan lugar a las llamadas uvalas, que presentan unas mayores dimensiones y un contorno sinuoso.En la Sierra de Albarracín existen numeosas dolinas siendo esta (Hoyón) una de las mas espectaculares.Se encuentra entre Ródenas y Pozondón en el Alto de la Casilla a 1458 m. de alt. (cerca de la Ermita de los Santos de la Piedra.)

Castillo de Xàtiva

El castillo se asienta sobre un cerro que ya desde la antiguedad contó con un puesto fortificado. La fortaleza que actualmente contemplamos es dificil de fechar. Cuenta con una base ibera y cartaginesa, sobre la que los romanos construyerón una atalaya. La llegada de los visigodos y los musulmanes modificó sustancialmente la fortificación ya existente, que se vió ampliada y engradecida. La siguiente fase constructiva se realizó ya en época cristiana, la cual es lo que ha llegado hasta nosotros, contando con las diversas destrucciones que ha sufrido el castillo a lo largo de su historia.

El Castillo está estructurado en dos zonas, el llamado Castillo Menor (Castell Vell) y el Castillo Mayor (Castell Nou). Mientras el primero prerromano, es ibero o cartaginés, el segundo es de fundación latina. La obra que predomina en ambos es árabe y cristiana, sobre la antigua cimentación prerromána y romana. Las torres y muros son de traza árabe, mientras que las edificaciones son de época cristiana principalmente y están construidas en piedra de sillería. Estan fechadas entre los siglos XIV y XV mientras que el Palacio del Duque de Calabria es del siglo XVI.